El Yorkshire no es un juguete
Tenencia responsable
«El niño dice que quiere tener un perro»
Promete que lo cuidará y lo llevará a pasear. ¿Cómo no creerle a tu hijo y no ceder a lo que te pide? Lo que sigue son las promesas rotas. El niño no cuida del perro, no lo saca a pasear. De repente eres tú, la madre o el padre, quien termina con un perro. Debes saber que si tu hijo desea tener un perro, lo que importa es si tú estás preparado para ser un dueño. De no ser así, no adquieras un perro. Tu hijo sencillamente no puede ser dueño del perro.
Por muy inteligente o independiente que sea tu hijo, tenga tres, cuatro o 10 años, ningún niño está capacitado para ser dueño de un perro. Un perro necesita ser educado para vivir entre humanos y un niño no le puede dar ese nivel de educación, límites y reglas, ya que el niño en sí aún está aprendiendo a navegar en esta sociedad. Cuidar a otro ser es demasiada responsabilidad.
Yorkshire, Tenencia responsable
Antes de adquirir un perro conviene plantearse lo que ello significa, tanto desde el punto de vista económico, como de la responsabilidad y las obligaciones que hay que asumir para proporcionarle una vida digna y adecuada. La convivencia con un perro exige tiempo, dinero y dedicación diaria durante al menos 12 años, que es la vida media de un perro. Un perro no es un objeto de consumo, es un ser vivo al que hay que educar, alimentar, cuidar, sacar de paseo y, también establecer un vínculo afectivo con él y acompañarlo. Además, condicionará nuestros movimientos en vacaciones y viajes, cambiará la relación con los vecinos, los amigos y la familia y nos obligará a conocer y acatar las normativas vigentes relativas a la tenencia de animales domésticos y de protección animal. Si después de hacer estas reflexiones estás dispuesto a asumir el compromiso… ¡Bienvenido al club!
Existe otro grado más de responsabilidad: el de la “paternidad responsable”. Los refugios acogen a muchos perros «huérfanos» por la desidia de algunos dueños a la hora de controlar la reproducción de sus mascotas que ante partos no deseados se deshacen de esta manera de los cachorros.
Si no nos vamos a dedicar a la cría deberemos tomar una decisión al respecto y, si no podemos controlar sus épocas de celo para evitar los apareamientos fortuitos y sus frutos, es preferible la castración o esterilización, sean machos o hembras.
Comprar o adoptar
La adopción es una alternativa que se extiende y un acto solidario, tanto si se hace directamente en un refugio como si es de la camada de algún amigo o conocido o de la propia calle. En este último caso lo primero es visitar al veterinario para que lo examine, desparasite y vacune; mientras que en los refugios suelen entregar a los animales ya tratados e incluso esterilizados.Si efectuamos su compra en un criadero o tienda especializada podremos elegir una mascota más acorde a nuestras posibilidades o deseos, en cuanto a sexo, edad y raza, así como exigir garantías, registros y certificados, conocer cómo se ha criado el cachorro, cuál ha sido su hábitat, quiénes son sus padres e incluso escogerlo de entre varios de una camada, según la afinidad, comportamiento, vivacidad o sociabilidad que observemos en él.